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Traté a esta mujer porque le dolían mucho las piernas. Y de aquella cicatriz, recuerdo de una operación de viaja data, nadie ni se acordaba. Pero cuando empezaron a comparar las fotografías hechas en el transcurso del tratamiento, vieron que la cicatriz había desaparecido…

Traían al niño con un gran tumor en la parte derecha de la cabeza. Ni siquiera se reía la oreja. Creció muy rápidamente, en unos meses. El niño, al parecer, no le ponía mente, pero la mamá se fijó.

Ahora el chavalo está sano.

Me dedico a la sanación. Y me gustaría contarles algo sobre el asunto. El propósito de mi explicación es que quiero dar a sus pacientes (reales y potenciales), la mayor cantidad de información necesaria que pueda interesarles y que decidan contactarme.

A menudo me preguntan si creo en Dios. La cuestión de la fe para mí nunca se estuvo bajo cuestionamiento. Soy parte de Dios. No procedemos del mono. Somos parte del universo. Somos las partes de Dios. No esclavos, sino sus hijos.

Curar el cáncer… Personalmente tomo con mucho cuidado cualquier información que incluya estas palabras. Sin embargo, mi experiencia indica que vale la pena escribir sobre el asunto, compartir la opinión, hablar de personas que estuvieron bajo tratamiento y lograron vencer el cáncer.